Añadimos el tomate y seguimos rehogando todo hasta que el tomate prácticamente pierda el agua, entonces añadimos el pollo en trozos, preferiblemente pequeños y sin huesos, dejaremos que se haga un poco durante un par de minutos removiendo con frecuencia, cuando el pollo ya esté de color blanquito por todos su lados, añadimos el arroz y lo mezclamos todo muy bien, le ponemos una pizca de pimentón y añadimos también el agua, ponemos sal al gusto y el colorante amarillo,

dejaremos cocer a fuego fuerte hasta que nos estemos quedando sin caldo, en ese momento iremos bajando la intensidad del fuego progresivamente hasta quedarnos por completo sin agua en el arroz, entonces apartamos del fuego, lo cubrimos con un trapo, y lo dejamos reposar diez minutos aproximadamente antes de servir.